Contables y Fiscales

Recomendaciones de la OCDE sobre medidas fiscales ante la pandemia del Covid-19

Este artículo es parte de una serie en la que expertos y líderes de opinión de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de todo el mundo y de todas las partes de la sociedad, abordan la crisis derivada de la pandemia del Coronavirus Covid-19, discutiendo y desarrollando soluciones ahora y para el futuro. Es escrito por Pascal Saint-Amans, director del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCDE, y traducido al español por Fiscalia.

El número de casos de COVID-19 está aumentando rápidamente en todo el mundo, con importantes efectos adversos sobre la salud y la mortalidad. Para combatir el brote y la propagación del virus, los países están imponiendo medidas sin precedentes, como restricciones a la libre circulación de personas y bienes, y están cerrando grandes partes de la economía. El resultado es que la actividad económica se ha reducido drásticamente en muchos países y el aumento de la incertidumbre mundial ha erosionado aún más la confianza.

Además de responder a la creciente emergencia de salud, la prioridad económica para los encargados de diseñar políticas públicas es responder rápidamente para brindar apoyo a los hogares y mejorar el flujo de efectivo de las empresas: Debemos mantener intactas las capacidades de producción y distribución durante la crisis. El objetivo es garantizar que los hogares y las empresas puedan mantenerse a flote hasta que se pueda contener la crisis de salud, de modo que la economía esté lista para recuperarse una vez que haya pasado lo peor de la pandemia.

Si bien la OCDE seguirá trabajando en proyectos a largo plazo como la cooperación fiscal entre países, las normas internacionales para eliminar la doble imposición y la movilización de recursos internos, hemos priorizado el trabajo en una gama de políticas fiscales y medidas de administración tributaria específicas y temporales que los gobiernos podrían considerar como parte de su respuesta inmediata. También hemos compilado todas las medidas fiscales tomadas por los gobiernos para producir un conjunto de herramientas útil. Entre las medidas más urgentes, los gobiernos han estado considerando (y promulgando):

  • Exentar o diferir el pago de las contribuciones de seguridad social para los patrones y trabajadores independientes, así como los impuestos relacionados con la nómina.Los sectores más afectados y los afectados por un cierre podrían beneficiarse de la exención de los impuestos relacionados con la nómina y las contribuciones a la seguridad social, pagados por el empleador o por cuenta propia, para reducir de inmediato los costos laborales.
  • Proporcionar concesiones fiscales para los trabajadores de la salud y otros sectores relacionados con emergencias sanitarias.Con el fin de recompensar a las personas por trabajar horas extra y en condiciones potencialmente peligrosas, los gobiernos podrían otorgar concesiones fiscales (por ejemplo, eximir los ingresos por horas extras de los impuestos laborales) o podrían incentivar a los trabajadores jubilados a reincorporarse temporalmente a la fuerza laboral asegurando que sus derechos de pensión no se vean afectados.
  • Brindar tiempo adicional para la presentación de obligaciones fiscalesajustando los requisitos de presentación y pago de impuestos y esquemas de pago anticipado, brindando reembolsos más rápidos a los contribuyentes, mejorando los servicios al contribuyente e implementando estrategias claras de comunicación.
  • Aplazamiento de pagos de IVA, aranceles o impuestos especiales para artículos importados(por ejemplo, alimentos, medicamentos, bienes de capital), evitando el abuso mediante una administración cuidadosa.
  • Acelerar las devoluciones acreditamiento de IVA,acompañado de medidas específicas para limitar los riesgos de fraude.
  • Simplificar los procedimientos para solicitar facilidades de pago del IVA de ejercicios anteriores no pagado,incluso reduciendo el período mínimo de demora en el pago que se requiere para el IVA en las facturas emitidas para ser elegible para obtener la facilidad.
  • Diferir o ajustar los pagos provisionales de los impuestos sobre la renta de las empresas sobre la base de un resultado tributario esperadoque se aproxima más a la contribución tributaria final del contribuyente, teniendo en cuenta el impacto esperado en la rotación comercial (en lugar de utilizar las ventas o ganancias del año pasado un proxy).
  • Aplazamiento o exención de impuestos que se recaudan sobre una base impositiva que no varía con el ciclo económico inmediato, p. impuestos sobre la propiedad (predial) o impuestos sobre el volumen de negocios.
  • Aumentar la generosidad de las provisiones de pérdidas anteriores.Una opción es convertir las provisiones de amortización de pérdidas en el futuro, en una provisión pérdidas acreditables, donde las empresas podrían optar por recibir un pago único en efectivo.

Si bien el enfoque inmediato de estas medidas impositivas es brindar apoyo a los ingresos de los hogares y mejorar el flujo de efectivo para las empresas, una vez que la contención de la pandemia esté al alcance, los gobiernos deberán reevaluar sus estrategias fiscales a mediano y largo plazo para lograr un equilibrio entre el estímulo fiscal y la consolidación fiscal, adaptándose a una nueva realidad que desafortunadamente aún es en gran medida desconocida.

Si el brote se prolonga y los impactos económicos son profundos, como parece ser el caso en muchos países, las políticas para mantener la economía en espera se vuelven más costosas y menos efectivas. Hoy, el enfoque de los expertos en política pública ya ha comenzado a cambiar, por lo que dentro de la próxima ronda de políticas se esperan estímulos para reconstruir la confianza y estimular la actividad económica.

Mientras navegamos por esta crisis global, una de las pocas certezas es que la política fiscal desempeñará un papel importante en la respuesta inmediata de los gobiernos para apoyar a las personas y las empresas, así como en futuras rondas de acción política, incluida la reconstrucción de nuestras economías, que finalmente tendrá lugar una vez que se haya contenido la crisis de salud. La OCDE, en colaboración con otras organizaciones internacionales, desplegará todo su poder de recopilación de datos y capacidades analíticas para ayudar a los gobiernos de todo el mundo, y utilizará sus grandes redes para la cooperación fiscal (el Marco Inclusivo sobre BEPS y el Foro Global con 137 y 161 miembros, respectivamente) para facilitar la colaboración entre todos los países.

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