El 26 de febrero del 2020 el Tribunal de Comercio de Nanterre calificó al Bitcoin como un activo intangible fungible, tal como la moneda fiduciaria de curso legal por medio de una jurisprudencia derivada de un juicio contencioso entre la plataforma francesa de intercambio de criptomonedas Paymium y la sociedad inglesa de administración de inversiones alternativas conocida como BitSpread con respecto a la forma de liquidar un préstamo denominado en Bitcoin (BTC), la criptomoneda más antigua del mercado.
El caso
De acuerdo con información de Wolters Kluwer, es la primera vez en el mundo que una autoridad judicial se pronuncia sobre un problema de asignación de activos digitales después de un hard fork (bifurcación).
Como se mencionó, los actores del juicio eran Paymium y BitSpread. Entre 2014 y 2016, Bitspread adquiere tres contratos de préstamo denominados en BTC, siendo este el prestatario y Paymium el prestamista, que en su conjunto totalizan 1,000 BTC. De acuerdo con Gaëlle Marraud des Grottes (2020), el 1 de agosto de 2017 se presenta una bifurcación en el código blockchain del BTC que resulta en otra criptomoneda de distinto protocolo llamada Bitcoin Cash (BCH). En virtud del acontecimiento, las compañías que tenían BTC reciben el mismo monto en BCH (una proporción 1:1). Eventualmente Bitspread rembolsa a Paymium el monto principal de los tres préstamos denominados en BTC. Por su parte, Paymium reclama la suma de 42 BTC, por concepto de intereses derivados de los tres contratos de préstamo. Ante la negativa por parte de Bitspread de liquidar dichos intereses, Paymium cierra la cuenta de Bitspread no sin antes retenerle el monto de 53 BTC.
Frente al Tribunal, Bitspread exige la restitución de los 53 BTC mientras que Paymium exigió el pago de los intereses y además de los 1,000 BCH derivados de la bifurcación.
Lo que a simple vista es un problema meramente contractual se convierte en una discusión relacionada a la clasificación jurídica del BTC.
La discusión
Con respecto a la naturaleza del BTC, Maëliss Vincent-Moreau, abogado representante de Paymium, sostuvo que “los bitcoins son propiedad personal intangible, no fungible, porque están individualizados por un código informático único y no son consumibles, porque no pueden destruirse no por uso”.
En relación con esta postura, el Tribunal de Comercio de Nanterre argumentó lo contrario afirmando lo siguiente:
(…) el BTC se “consume” durante su uso, ya sea para pagar bienes o servicios, al cambiarlo por dinero o prestarlo, al igual que la moneda de curso legal, incluso si no es una; el BTC es, por lo tanto, consumible por su uso.
Y además:
los BTC son fungibles por [bienes] de la misma especie y de la misma calidad en el sentido de que todos los BTC provienen del mismo protocolo de computadora y que son objeto de un informe de equivalencia con otros BTC […].
Resuelto o anterior, y considerado el BTC como como bien fungible y consumible, los jueces resolvieron que los contratos de préstamo de bitcoin deben ser calificados como préstamo de consumo (prêt de consommation) por los cuales se transfiere la propiedad del bien prestado al prestatario durante el plazo del préstamo.
Con respecto a los aspectos contractuales entre las partes, El Tribunal de Comercio de Nanterre ordena a BitSpread el pago de 42 BTC en intereses y 100,000 euros en el reembolso de un préstamo. Por su parte, se ordena a Paymium reembolsar los 53 BTC retenidos de la cuenta de BitSpread.
De la misma forma el Tribunal decide a favor del prestatario puesto que, como consecuencia del tratamiento de los BTC como bienes fungibles y consumibles y a partir de la calificación de préstamo de consumo, se deduce que “existe una transferencia de propiedad en beneficio del prestatario y, en consecuencia, la transferencia de los riesgos vinculados a la posesión de la cosa”. Además, “habiéndose convertido en el propietario de los BTC prestados, Bitspread era legítimo para recoger los ‘frutos’ en este caso los BCH asignados después de la ‘bifurcación’ del 1 de agosto de 2017”. Como consecuencia, el Tribunal rechaza la solicitud de Paymium de recibir los 1,000 BCH por parte de BitSpread.
Resultado
David Roche, abogado de la firma legal Aramis, afirma para L’Agefi, periódico francés especializado en mercados y finanzas, que “es probable que en casos similares, las decisiones vayan en la misma dirección. En la medida en que Bitcoin no sea una moneda regulada, sino ciertos servicios relacionados con la ley PACTE, es necesario prever contractualmente al máximo”, enfatiza. Por su parte, Les Echos, otro periódico francés, menciona que frente al tema la única certeza es que todos los contratos de préstamo irán acompañados de una cláusula de devolución al prestamista en caso de una bifurcación, pese que a que aún persiste el debate respecto a la posesión de derechos entre deudores y acreedores antes y después de una bifurcación.
Otros casos
No es la primera vez que organismos gubernamentales reconocen el estatus legal de la criptomoneda. Previamente, Alemania se convirtió el primer país europeo en dar al Bitcoin su carácter legal y reconocerlo instrumentos financieros y asimilar a un servicio financiero la conservación de activos criptográficos o de claves privadas que dan acceso a ellos (‘Kryptoverwahrgeschäft’).